
Mi historia
Mi pequeña historia como tejedora de mandalas de lana empieza por la atracción que me causó uno de ellos. Ahà busqué y empecé a hilar e hilar mandalas de lana para mi propio disfrute. Me fui adentrando en su magia y envolviéndome de ella ya no pude parar de tejer creando nuevos mandalas.
Luego fui descubriendo que esta co-creación no sólo me pertenecÃa a mÃ, sino que era toda la manifestación de un linaje!! Retrocedà y me asombré...
Primero, en mi madre, ya que su profesión habÃa sido "tejedora"... Y asà todo un linaje de mujeres tejedoras... No pensé en ello hasta que tuve un mandala de lana entre mis manos. Me emocioné.
Hoy honro a mis ancestros por otorgarme este don: MIL GRACIAS!!!
Hilando con colores, ilusión, alegrÃa, belleza... dando forma con Amor a la herencia recibida... Hilando siempre desde el corazón, reflejando el gran tejido - red qué nos une a todo ser
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!